El travelongue: Libros que se resisten a morir

Los ejemplares más antiguos esperan un nuevo dueño en los stands de la feria de este año. CGM ©

En plena era tecnológica y en el auge del libro electrónico, el papel está destinado a desaparecer. Solo los verdaderos amantes del papel saben apreciar una feria como la que se organiza cada año en el corazón de Sevilla: en 2013, y por trigésimo sexto año consecutivo, la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión ha vuelto a llenar la Plaza Nueva y se convierte una vez más en cita obligada para los sevillanos.

Un total de 24 librerías de todas partes del país participan este año en la Feria bajo la organización de la Asociación de Amigos del Libro Antiguo. La librería Sur (Sevilla) es la cabeza pensante de este literario encuentro. La Feria del Libro Antiguo y de Ocasión ha sido, durante más de un cuarto de siglo, una gran iniciativa para fomentar la cultura, y en especial, la lectura, entre el público sevillano, haciendo que un paseo familiar se convierta en una experiencia cultural entre padres e hijos. Ahora más que nunca, la edición XXXVI de esta feria da un empujón a la venta de literatura impresa frente al arrollador ebook.

Además de ser un punto de encuentro entre librerías, donde adquirir algunos libros por el mero placer de la
lectura; uno de los mayores atractivos de la feria, algo que la hace única, es la oportunidad de viajar a través del tiempo.

Aquí no tienen lugar los bestsellers, sino las fábulas, las viejas memorias y los legendarios héroes de cómics. Carpanta, el Capitán Trueno, Zipi y Zape, Esther y Mortadelo y Filemón regresan a las estanterías por unos días esperando encontrar a niños (y no tan niños) que les lleven a casa.

Novelas históricas y ediciones especiales de grandes clásicos, como Don Quijote de la Mancha y Lo que el viento se llevó son otras de las joyas que podremos encontrar en los expositores. Autores españoles, americanos, e hispanoamericanos se entremezclan en desgastadas cubiertas que esperan ser descubiertas.

Descatalogaciones, primeras ediciones y material inédito. Cartografía, ilustraciones antiguas e incluso cromos alemanes. Los coleccionistas más expertos pueden encontrar en los stands toda clase de reliquias a precios módicos, ajustados a los tiempos que corren. Ésta es, sin duda, una magnífica ocasión para hacer negocio de una industria que se resiste a morir: la imprenta, que lleva más de seis siglos sobreviviendo a las malas épocas. Los libreros están de acuerdo: una feria así es necesaria para el público sevillano, aunque la crisis se note este año más que ninguno.

Después de permanecer abierta veinte días, (desde el 15 de noviembre), se clausurará el 9 de diciembre, por lo que este puente de la Constitución es la ocasión perfecta para hacer una visita por sus stands. En su edición anterior, más de 250.000 visitantes hicieron de la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión una de las actividades culturales más importantes del año.